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Editoriala
Una semana más, la actualidad se ve copada por diferentes asuntos que tienen un denominador común: la falta de cultura democrática en el Estado español y más concretamente en su Gobierno.
Se cumple un año de la supuesta trifulca que tuvo lugar en un bar de Altsasu entre jóvenes de esta localidad y dos agentes de la Guardia Civil que se encontraban con sus parejas. A raíz de aquellos hechos, 8 jóvenes fueron imputados y 3 de ellos llevan un año en prisión. Todas ellas están acusadas de un delito de terrorismo y se enfrentan a peticiones fiscales que suman más de 370 años de prisión. La desproporcionalidad de todo lo ocurrido tras aquellos hechos ha escandalizado a propios y extraños ya sea en Euskal Herria, en el Estado español o en Europa.
Mientras tanto, el pueblo catalán se encuentra a las puertas de su independencia bajo la amenaza constante de los poderes del Estado. Por un lado se repite hasta la extenuación la amenaza de la aplicación de un artículo de la Constitución tan ambiguo como inquietante que tiene como base el uso de la fuerza del Estado. Por otra parte, los grandes poderes económicos han puesto en marcha toda una estrategia de chantaje hacia la población catalana con el fin de advertirla de que ejercer su derecho a la independencia no sera sin consecuencias.
Al mismo tiempo, y como si los hechos hubieran sido un capricho del calendario, se celebraba el pasado jueves el día de la Hispanidad, antes Día de la Raza, durante el cual pudimos ver una vez más la exacerbación del nacionalismo español por parte de una multitud con aroma de otra época.
Tanques, soldados, policías y cazas tomaron parte en un desfile que no fue más que un “remake” de aquellos gritos de “a por ellos” que se escucharon hace unas semanas antes de que sucedieran los hechos del 1 de octubre.
Es curioso que un País busque la celebración de su fiesta nacional en un día que representa el inicio de uno de los mayores genocidios humanos, culturales y religiosos de la historia pero también uno de los mayores usos de la fuerza jamás visto. Quizás por ello no sea un día tan mal elegido para representar a un Estado fundamentado en esos valores.
En esta semana en la que hemeroteca y actualidad parecen unidas por un cordón umbilical, también se han cumplido 77 años del fusilamiento del President de la Generalitat Lluis Companys y 34 años del secuestro en Baiona de Joxean Lasa y Joxi Zabala.
Dos hechos que sin duda guardan buena relación con la actualidad.
Bertan Gaur
Urtebete pasa da altsasuko taberna batean izandako liskarraren ondoren auziperatuak izan ziren 10 gazteren kasua hasi zenetik. Oraindik ez dago epaiketarako egunik ezarrita, baina gazteek zigor eskari handiei aurre egin behar diete. Fiskalak 50ena urteko espetxe zigorra eskatzen die seiri, beste bati 62 urtekoa, eta azkenari 12 urtekoa. Aurreko asteburuan ekintza ugari egin ziren Altsasun. Klikatu hemen afera honi buruzko kontu gehiago eta manifestu soziala sinatzeko.
Nazioartean Gaur
Kataluniako kontuak jorratu genituen. Independentzia deklarazio frustratua, protagonisten deklarazioak, Jordi Cruixat eta Jordi Sanchezen atxiloketak… Honi buruz ez dugu informazio gehigarri gehiagorik jarriko.
Sare Sozialetan Egur
Abestiak